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Arroba

sábado, 22 de noviembre de 2014

El ruido y la furia de William Faulkner



Faulkner era un autor "virgen" para mí, todavía no había podido con él, quizás fue debido a un trauma infantil, en mi casa tenía la novela Santuario y no pude pasar de las primeras 10 páginas, como se dice en estas ocasiones, se me cayó literalmente de las manos quizás tendría 10-11 años en aquel momento. Desde entonces no había vuelto a intentarlo y he de reconocer que estuve a punto de fracasar.
Empecé a leer "El ruido y la Furia" a mediados de Octubre, justo después de acabar Viaje de Invierno y en paralelo leí las novelas de Cornelio Escipión que ya comenté. Me planteé seriamente dejarla cuando iba a la mitad del segundo capítulo, pero me dije que con 39 años y mis lecturas, no puedo tener un autor maldito más en mi colección y más si es tan reconocido como Faulkner.
Tarde más de un mes en leer el primer y la mitad del segundo capítulo, pero apenas tardé dos días para el resto del segundo, el tercer y el cuarto capítulo y me supuso una noche casi sin dormir porque literalmente me atrapó con su extraordinario estilo, poco a poco la novela tiene sentido y se convierte de un coñazo a una indiscutible obra maestra, cuando finalmente abres los ojos y te enteras de que va todo esto, de que Faulkner no es un loco sino un puto genio.
Me faltan palabras para describir las excelencias de la novela, como puedes estar absolutamente ciego, no entender nada de lo que está pasando, seguir leyendo y obtener tal recompensa, finalizas la novela y te das cuenta que acabas de leer una de las cumbres de la literatura universal, una indiscutible maravilla. No soy de releer novelas, pero cuando acabé esta volví al principio y leí las 10 primeras páginas nuevamente y eran meridianas, claras y más hermosas, porque entiendes lo que está describiendo el autor.
Dudo que jamás pueda volver a leer algo tan complejo, enmarañado y aparentemente sin sentido, pero finalmente el autor te recompensa por haber seguido y seguido y resistido, parece como que intentara seleccionar el lector, como que su arte no lo quiera compartir con todos, sino sólo con los elegidos que resisten y disfrutan de la lectura.
Finalmente, no recomiendo esta novela, no, lo que voy a hacer es retarles. Les reto a que la lean, les reto a que sean capaces de vencer a Faulkner, de gozarlo y de levantarse y dar una cerrada ovación a un genio a alguien único. Bravo.








Nos vemos en Twitter: @Malime_2010
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